¿Qué nos queda?
Parecía que la magia nunca iba a desaparecer. Hoy me doy cuenta, después de todo, que esa fuerza que nos unía se va desvaneciendo poco a poco. Ya sólo nos quedan algunas miradas de complicidad y alguna que otra sonrisa pícara de las tantas que nos dedicábamos antes. Me pregunto si nos quedará algo de todo esto el día de mañana.
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